
Miro por la ventana del baño como asola el temporal, y Me encantaría en este minuto caminar contigo de la mano y sorteas las ramas y hojas que arranca el viento, sentir que a tu lado no me pasara nada y que juntos somos mas que cualquier tormenta.
Pero se que eso no pasara, porque solo tomas mi mano cuando estamos en la cama, solo ahí puedo decir que existe un juntos, y en la cama no sopla el viento, y la lluvia no toca los corazones, en la cama solo se vive de pasión y del momento, y luego somos una pieza mas de este museo, de esta colección de personas.
Cierro la ventana y ya no siento el viento ni la lluvia, ojala fuera tan fácil con esto de los sentimientos, ojala pudiera cerrar algo abrochar un botón o bajar un telón y decir que se acabo todo, pero no, la función comienza cada ves que suena el teléfono.
Y me miento diciendo que se pasara, que yo decido, que otras veces lo he hecho, y es verdad alguna ves me resulto, pero antes no me había tropezado con alguien como tu impredecible como la naturaleza, Alguien que en el mismo instante me provocara esas ganas de dejarlo dormir en mis brazos, de ser su mascota para siempre y de tirarlo de un décimo piso para que desaparezca definitivamente y no volver a ser su títere.
Afuera el temporal sigue volando los techos, y aquí tu aliento sigue volándome la cabeza, pero ya no llueve, me prometí que no volvería a llover por ti.
Pero se que eso no pasara, porque solo tomas mi mano cuando estamos en la cama, solo ahí puedo decir que existe un juntos, y en la cama no sopla el viento, y la lluvia no toca los corazones, en la cama solo se vive de pasión y del momento, y luego somos una pieza mas de este museo, de esta colección de personas.
Cierro la ventana y ya no siento el viento ni la lluvia, ojala fuera tan fácil con esto de los sentimientos, ojala pudiera cerrar algo abrochar un botón o bajar un telón y decir que se acabo todo, pero no, la función comienza cada ves que suena el teléfono.
Y me miento diciendo que se pasara, que yo decido, que otras veces lo he hecho, y es verdad alguna ves me resulto, pero antes no me había tropezado con alguien como tu impredecible como la naturaleza, Alguien que en el mismo instante me provocara esas ganas de dejarlo dormir en mis brazos, de ser su mascota para siempre y de tirarlo de un décimo piso para que desaparezca definitivamente y no volver a ser su títere.
Afuera el temporal sigue volando los techos, y aquí tu aliento sigue volándome la cabeza, pero ya no llueve, me prometí que no volvería a llover por ti.